Aprender
a gestionar las emociones
Conversaciones con diversos
especialistas (Programa
especial Redes)
13 comentari
· -- Punset y el desafío de difundir el aprendizaje social y emocional
en la sociedad
· -- Elsa Punset nos habla sobre cómo las emociones nos definen como
personas
En este programa
especial de Redes, exploraremos
junto a Eduard Punset algunas de las claves de lo aprendido en los últimos años
para encarar el gran desafío de difundir el aprendizaje social y emocional en
todos los ámbitos de la sociedad.
Y en su sección, Elsa Punset nos
hablará sobre cómo las emociones nos atraviesan desde los primeros años de vida
y nos definen como personas.
Las emociones
negativas interfieren con el aprendizaje de los niños.
Richard Davidson
Richard Davidson
Las emociones en
la escuela
La ciencia está corroborando ahora
que la gestión de las emociones básicas y universales debería preceder a la
enseñanza de valores y, por supuesto, de contenidos académicos.
Los niños se juegan con ello su
vida de adultos.
Richard Davidson es uno de los
neuropsicólogos pioneros en este campo, al igual que psicólogo Daniel Goleman,
con quienes pudimos hablar de estos temas en el congreso del Mind & Life
Institute celebrado en Washington.
Conversación con Richard Davidson, neuropsicólogo
de la Universidad de Wisconsin-Madison
Eduard Punset:
Creo que nuestros teleespectadores estarán muy agradecidos si les resumimos lo que esperamos de la inteligencia social y emocional aplicada a las escuelas, a los niños, en pocas palabras. ¿Qué significa todo esto?
Creo que nuestros teleespectadores estarán muy agradecidos si les resumimos lo que esperamos de la inteligencia social y emocional aplicada a las escuelas, a los niños, en pocas palabras. ¿Qué significa todo esto?
Richard Davidson:
El tipo de habilidades de las que hablamos incluyen habilidades para aprender a dominar las emociones, en concreto la capacidad de controlar las emociones negativas para que, cuando ocurre una adversidad, éstas no persistan más de lo necesario.
El tipo de habilidades de las que hablamos incluyen habilidades para aprender a dominar las emociones, en concreto la capacidad de controlar las emociones negativas para que, cuando ocurre una adversidad, éstas no persistan más de lo necesario.
Las personas (y los niños,
concretamente) pueden aprender a disipar estas emociones negativas para volver
al estado inicial. Es algo muy, muy importante, porque cuando las emociones
perturbadoras se producen en la mente, interfieren con la capacidad de aprender
de los niños.
Eduard Punset:
¿Habéis podido evaluar o examinar alguna de estas experiencias educativas, alguna de estas reformas?
¿Habéis podido evaluar o examinar alguna de estas experiencias educativas, alguna de estas reformas?
Richard Davidson:
Hemos trabajado en el laboratorio analizando tipos de intervenciones muy específicas que se pueden diseñar… por ejemplo, para aumentar la cooperación y la compasión, y el altruismo.
Hemos trabajado en el laboratorio analizando tipos de intervenciones muy específicas que se pueden diseñar… por ejemplo, para aumentar la cooperación y la compasión, y el altruismo.
Y luego hemos estudiado la manera
en la que esto cambia el cerebro durante la adolescencia. Y resulta que con
solamente dos semanas de entrenamiento…
Eduard Punset:
Dos semanas…
Dos semanas…
Richard Davidson:
Dos semanas en las que se practica 30 minutos al día… pues bien, con esto basta para poder detectar cambios que suceden en el cerebro tras solamente dos semanas.
Dos semanas en las que se practica 30 minutos al día… pues bien, con esto basta para poder detectar cambios que suceden en el cerebro tras solamente dos semanas.
Eduard Punset:
¿Te refieres a asuntos como el altruismo y la compasión, verdad?
Richard Davidson:
Sí, sí. Hay cambios específicos en el cerebro que están asociados con los cambios en el altruismo y que se pueden medir conductualmente.
¿Te refieres a asuntos como el altruismo y la compasión, verdad?
Richard Davidson:
Sí, sí. Hay cambios específicos en el cerebro que están asociados con los cambios en el altruismo y que se pueden medir conductualmente.
Y todo lo que sabemos sobre el
cerebro nos indica que cuanto antes se realice la intervención, tanto mejor,
porque habrá más probabilidades de que sus consecuencias persistan durante un
período de tiempo más largo.
Conversación con Daniel Goleman, psicólogo y
periodista, miembro Mind & Life Institute
Eduard Punset:
La última vez que nos vimos fue en tu casa en Massachusetts, y fue justo después de aquel éxito increíble que tuviste en todo el mundo, en aquella época fue increíble, con tu libro, La inteligencia emocional.
La última vez que nos vimos fue en tu casa en Massachusetts, y fue justo después de aquel éxito increíble que tuviste en todo el mundo, en aquella época fue increíble, con tu libro, La inteligencia emocional.
Y una vez asumido por todos
nosotros, por nuestra audiencia, que podemos gestionar nuestras propias
emociones, que podemos gestionar lo que tenemos dentro de nosotros, nos hablas
ahora de la tradición contemplativa, de los budistas como el Dalai Lama, que lo
han estado haciendo durante décadas...
Daniel Goleman:
Así es...
Así es...
Eduard Punset:
Y tú te preguntas, muy acertadamente: "¿Podemos aprovechar algo de su experiencia de alguna manera?".
Y tú te preguntas, muy acertadamente: "¿Podemos aprovechar algo de su experiencia de alguna manera?".
Daniel Goleman:
Ahora estamos descubriendo que enseñar habilidades sociales y emocionales a los niños desde que tienen cinco años hasta la universidad es muy eficaz, los vuelve mucho más cívicos, mucho mejores estudiantes.
Ahora estamos descubriendo que enseñar habilidades sociales y emocionales a los niños desde que tienen cinco años hasta la universidad es muy eficaz, los vuelve mucho más cívicos, mucho mejores estudiantes.
Es un error pensar que la cognición
y las emociones son dos cosas totalmente separadas. Es la misma área cerebral.
De modo que, ayudar a los niños a gestionar mejor sus emociones significa que
pueden aprender mejor. Ahora estamos estudiando los métodos contemplativos que
se han venido utilizando durante... ¡siglos!
Y en el catolicismo también, por
cierto, no sólo en el budismo. Toda gran religión ha utilizado alguna vez algún
tipo de práctica contemplativa, de desarrollo de la mente. Nosotros lo estamos
estudiando para ver si podemos aprovecharlo y hacer algo por los niños, para
ayudarles a concentrase... Hoy en día los niños, y también sus padres, son muy
dispersos y necesitan más ayuda con esas habilidades.
Hoy en día, probablemente, haya
sólo una docena de currículos escolares que enseñen a los niños mindfulness,
que les enseñen a concentrarse mejor, a focalizar, a hacer introspección y a
ser más compasivos, a estar más atentos. Y en todos estos casos, se trata de
programas piloto.
Desde 1995, cuando escribí La
inteligencia emocional, ha habido cientos de programas sobre aprendizaje social
y emocional y creo que va a ocurrir lo mismo con este campo en la próxima
década.
Conversación con Matthieu Ricard, monje budista y
biólogo
Eduard Punset:
Los orientales tienen una tradición muy antigua en la meditación, que hoy la ciencia está redescubriendo como un apoyo fundamental en el arte de gestionar las emociones. El monje budista y biólogo Matthieu Ricard nos explicó cómo aprovechar estas herramientas para renovar el sistema educativo.
Matthieu Ricard:
¿Y qué esperamos cuando educamos a los niños? Convertirlos en seres humanos buenos, personas que sean felices en la vida, que no estén deprimidas y se suiciden… ¿acaso basta con desarrollar su inteligencia y llenarles la cabeza de información sin desarrollar ninguna cualidad humana?
Los orientales tienen una tradición muy antigua en la meditación, que hoy la ciencia está redescubriendo como un apoyo fundamental en el arte de gestionar las emociones. El monje budista y biólogo Matthieu Ricard nos explicó cómo aprovechar estas herramientas para renovar el sistema educativo.
Matthieu Ricard:
¿Y qué esperamos cuando educamos a los niños? Convertirlos en seres humanos buenos, personas que sean felices en la vida, que no estén deprimidas y se suiciden… ¿acaso basta con desarrollar su inteligencia y llenarles la cabeza de información sin desarrollar ninguna cualidad humana?
Queremos personas buenas y
equilibradas, ¡pero la educación parece estar interesada en cualquier cosa
salvo eso! ¡Por tanto, hay algo que claramente falta!
Eduard Punset:
¿Te puedo pedir un consejo? Sé que uno de los grandes descubrimientos de la contemplación, del budismo, ha sido perfeccionar la atención, la primera fase de conocimiento, por así decirlo, para concentrarse en algo. ¿Cómo puedo mejorar mi proceso de atención?
¿Te puedo pedir un consejo? Sé que uno de los grandes descubrimientos de la contemplación, del budismo, ha sido perfeccionar la atención, la primera fase de conocimiento, por así decirlo, para concentrarse en algo. ¿Cómo puedo mejorar mi proceso de atención?
Matthieu Ricard:
Es cierto, porque incluso si uno quiere cultivar el altruismo, con la mente siempre distraída no podrá cultivar nada. La mente se dispersa aquí y allá. Incluso si estamos sentados, nuestra mente puede ser como la de un mono inquieto, un mono inquieto que va de un lado a otro.
Es cierto, porque incluso si uno quiere cultivar el altruismo, con la mente siempre distraída no podrá cultivar nada. La mente se dispersa aquí y allá. Incluso si estamos sentados, nuestra mente puede ser como la de un mono inquieto, un mono inquieto que va de un lado a otro.
Las neuronas se ponen a hablar
entre sí, ¡a cotillear! Y en realidad necesitamos una mente un poco más
calmada, con más claridad y más estabilidad, si no es así, no podremos hacer nada.
En caso contrario, es como si
tuviéramos un martillo pero nos temblara la mano todo el rato. Por eso es
necesario, de alguna manera, utilizar un objeto de concentración para
estabilizar la mente.
Te puedes concentrar en cualquier
cosa, un objeto, una flor, una imagen mental… pero resulta bastante útil
concentrarse en la respiración. ¿Por qué? Pues imagina que te dijera que te
concentraras en una luz roja centelleante.
Podrías quedarte
mirándola, pero tu mente seguiría deambulando, mientras que, si te concentras
en la respiración, no puedes verla, es muy sutil, y si dejas de concentrarte es
como si lo perdieras, así que fácilmente puedes ver si te distraes o no.
Eduard Punset:
Ya veo.
Ya veo.
Matthieu Ricard:
Con la respiración solamente ves la sensación. Cuando respiras por la nariz, tienes una ligera sensación en los orificios nasales, y se trata de quedarse sentado tranquilamente, pensar en respirar por la nariz y luego notar la sensación del aire que sale… y entra… y así, unas 21 veces o unos diez minutos.
Con la respiración solamente ves la sensación. Cuando respiras por la nariz, tienes una ligera sensación en los orificios nasales, y se trata de quedarse sentado tranquilamente, pensar en respirar por la nariz y luego notar la sensación del aire que sale… y entra… y así, unas 21 veces o unos diez minutos.
Hacerlo permite calmar la mente.
Muchas personas te dirán: "¡oh, no, no, no! ¡No valgo para eso! Tras 3
minutos, mi mente está completamente distraída". Es normal. No es culpa de
la meditación, es porque la mente no está entrenada y, si no perseveras, nunca aprenderás
nada.
Así que, en lugar de tener
remordimientos o sentirte culpable con ideas como: "¡no valgo para
esto!" que al final no dejan de ser más distracción, en cuanto descubras
que te has distraído, no pasa nada, tienes que volver a la respiración.
Luego, si lo haces durante un rato
y lo repites regularmente, verás que la mente se calma, se vuelve más clara, y
que puedes utilizar esta mente un poco más flexible para cultivar el altruismo,
la compasión o lo que quieras.
Emociones desde
el útero materno
Está claro que las escuelas tienen
que hacer un cambio radical e incorporar definitivamente el aprendizaje social
y emocional en las clases si queremos consolidarnos en una sociedad avanzada.
Pero la gestión de las emociones debe comenzar mucho antes de que los niños
ingresen en el sistema educativo –incluso ya se pone en marcha en el útero
materno, como veremos más adelante–.
Las investigaciones del psicólogo
Jay Belsky ponen de manifiesto cómo una crianza sin cariño y con una gestión
deficiente de las emociones puede desembocar en adultos con vidas más
problemáticas.
Conversación con Jay Belsky, Psicólogo del
Bircbeck College de la Universidad de Londres
Eduard Punset:
En alguna investigación tuya, demuestras que cuando los padres están ausentes, las chicas tienden a empezar la pubertad, su menstruación, antes que el promedio. ¿Es verdad?
En alguna investigación tuya, demuestras que cuando los padres están ausentes, las chicas tienden a empezar la pubertad, su menstruación, antes que el promedio. ¿Es verdad?
Jay Belsky:
El hecho de que las relaciones durante la infancia podrían afectar el desarrollo físico y sexual, el momento de la pubertad en las chicas, ha sido un descubrimiento muy fascinante.
El hecho de que las relaciones durante la infancia podrían afectar el desarrollo físico y sexual, el momento de la pubertad en las chicas, ha sido un descubrimiento muy fascinante.
Las mujeres tienen un sentido que
las lleva a preguntarse: "¿Va a ser precario el futuro? ¿Van a estar ahí
los demás y voy a poder confiar? ¿Se puede confiar en los hombres? ¿Van a estar
ahí cuando me haga mayor?
Pero también como pareja y, todavía
más importante, alguien que se vaya a implicar en el cuidado de mis
hijos." La respuesta que reciben a estas preguntas parece que procede de
su propia niñez y de la ausencia o presencia del padre.
Eduard Punset:
Es incredible
Es incredible
Jay Belsky:
Y también de la calidad del padre. Y parece que, cuando el padre no está presente o cuando la calidad de la paternidad no es demasiado buena, lo que las chicas aprenden, tanto consciente como inconscientemente, es: "No puedo contar con él." Y esto, biológicamente, las lleva a madurar antes.
Y también de la calidad del padre. Y parece que, cuando el padre no está presente o cuando la calidad de la paternidad no es demasiado buena, lo que las chicas aprenden, tanto consciente como inconscientemente, es: "No puedo contar con él." Y esto, biológicamente, las lleva a madurar antes.
Y te preguntarás: "¿Por qué
maduran antes?". Porque, en cierto modo, les permite salir y ver, ir más
allá antes que las demás, ser más promiscuas con sus parejas y tener más niños
y ocuparse de ellos peor, cuidarlos peor. Y tú me dirás: "¿Y por qué
querrían hacer esto?".
Y la razón es que si no puedes
contar con los demás, sobre todo con los hombres, para tener tres, cuatro
nietos en el futuro, quizás tengas que tener más hijos.
Eduard Punset:
Según los resultados que se desprenden de tus investigaciones, las guarderías no son buenas o no son tan buenas como pensamos que serían para el futuro de los niños. ¿Cómo podrías resumir la situación?
Según los resultados que se desprenden de tus investigaciones, las guarderías no son buenas o no son tan buenas como pensamos que serían para el futuro de los niños. ¿Cómo podrías resumir la situación?
Jay Belsky:
Creo que en lo que respecta a las guarderías y a cualquier otro método de cuidado infantil no materno que utilizan las familias a menudo es realmente ambivalente.
Creo que en lo que respecta a las guarderías y a cualquier otro método de cuidado infantil no materno que utilizan las familias a menudo es realmente ambivalente.
Cuando el niño empieza a pasar
muchas horas en este tipo de ambiente, en sus tres, cuatro o cinco primeros
años de vida, durante treinta o cuarenta horas por semana en la guardería,
parece que esos niños son más agresivos y desobedientes cuando se hacen
mayores.
Sin embargo, también sería un error
condenar a todas las guarderías o cuidadores infantiles como algo malo, porque
no es cierto. Hay muchas pruebas, y hablo ahora de lo bueno, de que unos
cuidados infantiles de calidad, que sean dispensados por un personal sensible y
atento fomentan el desarrollo cognitivo y lingüístico del niño.
Pero quiero que quede claro, no hay
que dramatizar. Nadie está hablando aquí de que muchas horas en manos de
cuidadores infantiles vaya a transformar a los niños en asesinos del hacha
Hace muy pocos años, nadie conocía
el vínculo entre las emociones de las mujeres embarazadas y la vida de sus
hijos, incluso en la edad adulta. Las investigaciones de la psicobióloga
Vivette Glover fueron pioneras en demostrar que la educación emocional comienza
en el útero materno.
Conversación con Vivette Glover, psicobióloga del
Imperial College London.
Eduard Punset:
Ahora los expertos habéis descubierto, intercambiando información entre vosotros -pediatras, obstetras, psicólogos, neurólogos, psiquiatras-, todos estáis de acuerdo en que los niveles prenatales de ansiedad en la mujer embarazada afectan no sólo la vida del bebé sino también su futuro.
Ahora los expertos habéis descubierto, intercambiando información entre vosotros -pediatras, obstetras, psicólogos, neurólogos, psiquiatras-, todos estáis de acuerdo en que los niveles prenatales de ansiedad en la mujer embarazada afectan no sólo la vida del bebé sino también su futuro.
Vivette Glover:
Efectivamente. Hoy en día existen muchas pruebas, muchas investigaciones que demuestran que el modo en que el bebé se desarrolla en el útero afecta al niño durante toda la vida.
Efectivamente. Hoy en día existen muchas pruebas, muchas investigaciones que demuestran que el modo en que el bebé se desarrolla en el útero afecta al niño durante toda la vida.
Y la manera en que el bebé se
desarrolla en la matriz depende del estado de la madre, de su alimentación y de
sus emociones. Ya hace muchos años que sabemos que si la madre bebe demasiado
alcohol o fuma, va a afectar al niño; pero ahora nos hemos dado cuenta de que
hay otros muchos factores ambientales más sutiles que influyen en el desarrollo
uterino del bebé así como en el desarrollo del futuro niño.
Eduard Punset:
Según se desprende de uno de los estudios en los que has estado trabajando y que diriges, la ansiedad de la madre podría multiplicar por dos el… ¿nivel de hiperactividad del niño?, ¿lo llamáis así?
Vivette Glover:
Exacto.sí es. Nuestro primer estudio lo llevamos a cabo con una amplia población. Empezó en Bristol, donde reunimos a 14.000 mujeres embarazadas y les hicimos un seguimiento.
Según se desprende de uno de los estudios en los que has estado trabajando y que diriges, la ansiedad de la madre podría multiplicar por dos el… ¿nivel de hiperactividad del niño?, ¿lo llamáis así?
Vivette Glover:
Exacto.sí es. Nuestro primer estudio lo llevamos a cabo con una amplia población. Empezó en Bristol, donde reunimos a 14.000 mujeres embarazadas y les hicimos un seguimiento.
Medimos su ansiedad durante el
embarazo y comparamos las consecuencias del 15% de madres más ansiosas para el
niño con el resto y vimos que ese 15% de madres más ansiosas duplicaba el
riesgo de que el niño manifestara problemas de atención, déficit de atención,
trastornos como la hiperactividad.
Se duplicaba el riesgo de que el
niño fuera más ansioso y de que tuviera problemas conductuales, especialmente
entre los chicos. Los trastornos conductuales son un problema porque hacen que
sea difícil controlar al niño y también es un factor de riesgo de cara a un
posterior comportamiento delictivo.
Eduard Punset:
Si tuviéramos que resumirlo para nuestra audiencia en dos palabras, ¿cuál es la principal conclusión de todo esto?
Si tuviéramos que resumirlo para nuestra audiencia en dos palabras, ¿cuál es la principal conclusión de todo esto?
Vivette Glover:
En dos palabras no, pero muy brevemente: deberíamos fijarnos en la salud emocional de las mujeres durante el embarazo, no sólo en la salud física.
En dos palabras no, pero muy brevemente: deberíamos fijarnos en la salud emocional de las mujeres durante el embarazo, no sólo en la salud física.
Cuando las mujeres acuden a la
maternidad por primera vez, los profesionales deberían preguntarles por su
estado emocional, por sus relaciones, por la familia, saber si ésta las apoya o
no.
Y si descubren que puede haber
problemas, deberían encontrar personas que pudieran ayudarlas y no simplemente
preguntarles y luego no hacer nada. Así que necesitamos más recursos,
profesionales mejor preparados que puedan ayudar a las mujeres allí donde lo
necesitan.
Un consejo para
la vida
Curiosamente, mientras charlaba con
el neurocientífico Lawrence Parsons sobre cómo la danza afecta nuestro cerebro,
recibí uno de los mejores consejos emocionales para el desempeño profesional y
en todos los ámbitos de la vida.
Debemos aprender a gestionar las
emociones, sin reprimirlas pero también sin dejarnos que nos tomen de rehenes.
Conversación con Lawrence Parsons,
neurocientífico de la Universidad de Sheffield
Eduard Punset:
Y ¿podemos hacer eso emocionalmente? Quiero decir, ¿podemos aprender a entrenar las emociones mentalmente también?
Y ¿podemos hacer eso emocionalmente? Quiero decir, ¿podemos aprender a entrenar las emociones mentalmente también?
Lawrence Parsons:
En el caso de las personas que actúan, ya sean actores, o atletas, o músicos, o bailarines, ellas… para poder realizar su actuación, no pueden ser excesivamente emocionales.
En el caso de las personas que actúan, ya sean actores, o atletas, o músicos, o bailarines, ellas… para poder realizar su actuación, no pueden ser excesivamente emocionales.
Eduard Punset:
¿No pueden?
¿No pueden?
Lawrence Parsons:
No, no pueden. Si soy músico y estoy tocando un concierto, no puedo estar demasiado implicado en la música emocionalmente, porque tengo que poner los dedos en el lugar correcto y si estoy distraído emocionalmente, mis dedos no... ¡No podré hacerlo! Lo mismo ocurre con un actor. Por ejemplo algún actor brillante. Pongamos, Javier Bardem…
No, no pueden. Si soy músico y estoy tocando un concierto, no puedo estar demasiado implicado en la música emocionalmente, porque tengo que poner los dedos en el lugar correcto y si estoy distraído emocionalmente, mis dedos no... ¡No podré hacerlo! Lo mismo ocurre con un actor. Por ejemplo algún actor brillante. Pongamos, Javier Bardem…
Eduard Punset:
Bardem, sí.
Bardem, sí.
Lawrence Parsons:
Bardem. Por ejemplo, alguien así. Tiene que usar sus emociones de una manera para transmitir todas esas expresiones emocionales...
Bardem. Por ejemplo, alguien así. Tiene que usar sus emociones de una manera para transmitir todas esas expresiones emocionales...
Eduard Punset:
¿Pero?
¿Pero?
Lawrence Parsons:
Pero, no está realmente emocionado. Porque si se emociona, se va, está fuera de control.
Pero, no está realmente emocionado. Porque si se emociona, se va, está fuera de control.
Él tiene que encontrar una manera
de falsificar, no exactamente falsificar, sino expresar o simular emociones de
una manera razonable para que el público se identifique con lo que está
haciendo, pero él contiene sus emociones, las guarda muy adentro.
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