MARC VELLA, el pianista nómada, el trovador planetario, una revolución en la música o
la música al alcance de todos
Hacer oír la música de su piano en toda
Francia: esa es la idea de Marc Vella. Después
de haber hecho cuatro veces la vuelta al mundo, viene a la conquista de su país
de origen. Con su caravana del amor recorre
las carreteras de Francia, con parada en las cárceles, los barrios, las
escuelas, las residencias de ancianos, o incluso los hogares. Anima a su
audiencia a escuchar un estilo musical a veces desconocido e invita a todos a
participar tocando algunas notas. El
intercambio es el resultado de estas reuniones, el músico atribuye a esto una gran
importancia. Una aproximación a
la valoración de los seres humanos, Marc Vella continúa su camino para otras
reuniones con su caravana del amor.
Marc Vella es
un músico extraordinario, es decir, fuera de lo ordinario. Pianista,
compositor, escritor y poeta. No se limita a dar conciertos, ser aplaudido y desaparecer
hasta el próximo concierto. Pertenece a esos seres, en este siglo XXI, que
desea, ante todo, ponerse en contacto con la gente y contagiarles con el amor y
la alegría de vivir. Eso es para él la música, un medio para hacer a los
hombres felices. Por eso, se dirige a ellos y les dice:
"Olvidamos
enseñar lo esencial: ¿Qué es la persona humana? ¿Quién eres tú? Lo primero
que tienes que aprender es que tú eres hermoso, eres magnífico, incluso a
pesar de tus defectos y tus locuras. Eres extraordinario, eso es lo que tienes
que oír, piensa en lo mucho que vales, y luego ofrece lo que tú eres a los
demás, es el mejor regalo que podemos ofrecerles. Es preciso ser, en todo momento,
un portador de vida y alegría, y no de muerte y culpabilidad. Eso es la música
para mí, y es verdaderamente sanadora”.
Y con este
mensaje se dispone a recorrer el mundo, más de cuarenta países y más de
doscientos mil kilómetros, con su piano por las carreteras del mundo. Eso es su
“Caravana de amor”, hombres y mujeres que van en busca de hombres y mujeres, para
aprender a compartir.
Este mensaje
es propio de aquellos seres que han superado el egoísmo y la ambición, tan
comunes en los seres humanos; es propio de los grandes hombres, sean músicos y poetas,
como Facundo Cabral y Marc Vella, o sean científicos, filósofos o literatos. Es
el mensaje, cada vez más frecuente en estos comienzos del milenio, de que todos
pertenecemos a una misma raza, de que somos hermanos y tenemos que vivir en
sociedades armónicas y solidarias, y no enfrentados y como si fuéramos
enemigos. Es el mensaje de la esperanza, tan emotivo y necesario en este mundo tan compulsivo e injusto.
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