Buena
Voluntad Mundial Boletín 2013 No. 1
(Boletín que realza la energía de la buena
voluntad en los asuntos mundiales)
LAS
NACIONES UNIDAS – ENCARNANDO IDEALES
Imagínese que un niño le pregunta, “¿qué
hace la ONU?” Es una
pregunta sencilla y, para responder, puede
que busque en Internet noticias relacionadas con la ONU. Un par de horas
después, posiblemente contestaría al niño, “bueno, cuando se trata de cosas importantes
–cosas que afectan a personas en todas partes– hay pocas cosas que la ONU no haga.” La mayoría de la
gente está acostumbrada a oír hablar sobre la implicación de la ONU en crisis humanitarias
urgentes, como la situación de los refugiados en Siria y los países
colindantes. Muchos también sabrán que la ONU está involucrada simultáneamente
en el lado político de esta crisis, intentando reunir a las partes para poner
fin al conflicto armado. Pero si nos alejamos del foco de atención de las
crisis inmediatas, la ONU está implicada en muchas otras situaciones de ayuda menos
‘noticiosas’ –dos ejemplos recientes están en el estado de Kachin en Birmania,
y en el área de Seleka en la República de África Central. Y la ONU está también
involucrada en muchos otros conflictos, tanto activos como en alto el fuego
temporal. Aún menos conocido es el trabajo de la ONU y sus agencias en otras áreas
–la reforma de los impuestos internacionales, la cooperación meteorológica, la
navegación internacional aérea, la cooperación científica, educativa y cultural,
y la lista sigue.
La Carta
En ese punto, nuestro niño imaginario
podría decir, “¿Y por qué
hace tantas cosas? ¿Para qué sirve la ONU?”
responder a esta
pregunta nos llevaría a examinar la Carta
de la ONU. El preámbulo de la Carta es, posiblemente, la declaración de
intenciones más emotiva y ambiciosa de cualquier organización, y merece la pena
citarla, tomándonos un tiempo para reflexionar:
“NOSOTROS LOS PUEBLOS DE LAS NACIONES
UNIDAS
RESUELTOS
• a preservar a las generaciones venideras del
flagelo de la
guerra que dos veces durante nuestra vida
ha infligido a la
Humanidad sufrimientos indecibles,
• a reafirmar la fe en los derechos fundamentales
del hombre,
en la dignidad y el valor de la persona
humana, en la igualdad
de derechos de hombres y mujeres y de las
naciones grandes
y pequeñas,
• a crear condiciones bajo las cuales puedan
mantenerse la
justicia y el respeto a las obligaciones
emanadas de los
tratados y de otras fuentes del derecho
internacional,
• a promover el progreso social y a elevar el nivel
de vida
dentro de un concepto más amplio de la
libertad
Y CON TALES FINALIDADES
• a practicar la tolerancia y a convivir en paz
como buenos
vecinos,
• a unir nuestras fuerzas para el mantenimiento de
la paz y la
seguridad internacionales, a asegurar, mediante
la aceptación
de principios y la adopción de métodos,
que no se usará la
fuerza armada sino en servicio del interés
común, y
• a emplear un mecanismo internacional para
promover el
progreso económico y social de todos los
pueblos,
HEMOS DECIDIDO AUNAR NUESTROS ESFUERZOS
PARA
REALIZAR ESTOS DESIGNIOS
Por lo tanto, nuestros respectivos
Gobiernos,… establecen una
organización internacional que se
denominará las Naciones
Unidas.”
Evitar la guerra en el futuro… reafirmar
la fe en los derechos
humanos… establecer el respeto por la
legislación internacional…
promover el progreso social… cualquiera de
estas tareas implica
cambiar el mundo, ¡y la ONU pretende
lograr las cuatro! Y todo ello con un presupuesto que es una diminuta fracción
del PIB anual de países bastante pequeños. La escala del trabajo de la ONU
explica por qué está involucrada o, mejor, por qué debe estar involucrada, en
tantas áreas de cooperación internacional. Además, implícito en todos estos
objetivos está el hecho de que, aunque existan numerosas naciones y culturas en
el mundo, sólo hay una humanidad. Todas las agencias, procesos y programas de
la ONU existen únicamente para resolver las implicaciones concretas de este
hecho. Y el nombre mismo de la organización, que contiene tanto “Naciones”
(implicando división) y “Unidas” (implicando totalidad) revela la tensión
dinámica y creativa que subyace en el corazón de la existencia misma de la ONU.
Un
resultado positivo del conflicto
Como nos recuerda el preámbulo, Naciones
Unidas surgió de las
cenizas de la guerra global, como
respuesta a la necesidad acuciante de encontrar una forma nueva de resolver los
conflictos entre naciones. Por ello es, en cierto sentido, un resultado
positivo del conflicto. Cuando se deja que siga su curso, el conflicto evoca una
fuerte resolución en el alma humana de encontrar un camino diferente hacia la
paz; de buscar más profundamente para encontrar la causa inicial del conflicto.
El conflicto nos enseña que, cuando realizamos elecciones erróneas, estas no
deben repetirse.
Los fundadores de Naciones Unidas estaban
decididos a no repetir los errores del pasado. Visualizaron y crearon un foro
mundial en el que la consciencia humana pudiera elevarse a un nuevo nivel, donde
la capacidad creativa de la mente y el corazón humanos podrían resolver
conflictos potenciales antes de que estallasen en guerras. Es un sendero que
llama a compartir la responsabilidad por el estado del mundo y, aún más
importante, los principios sobre los que se fundó la ONU evocan en sus miembros
una mayor voluntad espiritual de servir las necesidades de toda la humanidad.
Inspirada desde lo alto –por el alma universal– la ONU permite que los seres
humanos se relacionen gracias a sus numerosas agencias.
Debido a que está dedicada a la humanidad
entera, y debido a que su nota clave es el servicio, la ONU es un imán natural
para todas las personas de buena voluntad. Por supuesto, es una organización completamente humana, con
fallos y fracasos. Por ejemplo, su estructura organizativa
original está lejos de ser la ideal, y ofrece importantes obstáculos a
las reformas. Como
observa el exdirector del Foro de Política
Global, James Paul, “La
ONU necesita una reforma. En eso todos
estamos de acuerdo.
Pero luego discrepamos fuertemente en
cuanto a qué tipo de
reforma y con qué fin. Los líderes de las
ONGs pretenden una
ONU más democrática, más abierta y capaz
de rendir cuentas. Los tecnócratas buscan más productividad y eficacia por
parte del personal de la ONU. Los delegados están a favor de reformas que se
ajusten a sus intereses nacionales y promuevan el poder nacional. Los idealistas ofrecen planes
para un organismo
enormemente expandido que reduciría la
soberanía de los estados. Mientras que los conservadores
presionan por una ONU menor, de poderes fuertemente reducidos.
Llegar a un acuerdo es extremadamente difícil.” Aún más, los individuos que constituyen el
personal, por muy talentosos e idealistas que sean, se equivocan y cometen
juicios erróneos, como todo el mundo. Dada la enormidad y complejidad de las
tareas en las que están inmersos, lo contrario sería sorprendente. Pero el
hecho mismo de la existencia de la ONU demuestra que en 1945 la humanidad alcanzó
una nueva fase en la evolución de la consciencia, en la que el bien de todos
quedó, por primera vez, consagrado como la estrella guía de la acción colectiva
de la humanidad.
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