sábado, 31 de diciembre de 2016
La inteligencia espiritual (Francesc Torralba)
La inteligencia espiritual (Juan Antonio Martínez de la Fe)
Pero, ¿existe una inteligencia espiritual? Desde que Howard Gardner identificara ocho formas de inteligencia en el ser humano, autores varios han ido incorporando al elenco nuevas maneras de expresión de la inteligencia. Una de las que más éxito ha cosechado ha sido la inteligencia emocional, explicada por Daniel Goleman. La espiritual, de la que trata este libro, no es nueva, aunque su concreción se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo, siendo conocida, también, con otros apelativos, tales como inteligencia existencial o trascendente.
En el Prólogo de su obra, Francesc Torralba trata de perfilar los límites de su propuesta, aunque, probablemente, se haya de recurrir al primer capítulo para acercarnos a las definiciones, que nos permitan centrar el tema. ¿Qué es la inteligencia? Es éste el título que encabeza este primer bloque del libro. En general, el autor nos explica que por inteligencia entiende “la capacidad y la habilidad para responder, de la manera más adecuada posible, a las exigencias que presenta el mundo. Permite reflexionar, cavilar, examinar, revisar e interpretar la realidad.” En definitiva, cumple la inteligencia una función adaptativa que nos permite vivir y pervivir.
Y ¿qué hay de la inteligencia espiritual? La inteligencia espiritual ha sido presentada a principios del siglo XXI por Danah Zohar como un tipo de inteligencia en la línea de la inteligencia emocional, pero con características propias, que merecen destacarse en el estudio de la mente. Abarca los comportamientos éticos, el sentido de la trascendencia y de lo sagrado, nos dice Gonzalo Haya. Es decir, en palabras del autor, que se “detectan en el ser humano una serie de operaciones, un campo de necesidades y de poderes que difícilmente se pueden explicar a partir del cuadro de inteligencias múltiples que ofreció, en su momento, Howard Gardner.” Lo que viene a suponer que ese tipo de capacidades solo puede explicarse adecuadamente si se reconoce en el ser humano, y solo en él, la inteligencia espiritual.
(artículo completo)
Pero, ¿existe una inteligencia espiritual? Desde que Howard Gardner identificara ocho formas de inteligencia en el ser humano, autores varios han ido incorporando al elenco nuevas maneras de expresión de la inteligencia. Una de las que más éxito ha cosechado ha sido la inteligencia emocional, explicada por Daniel Goleman. La espiritual, de la que trata este libro, no es nueva, aunque su concreción se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo, siendo conocida, también, con otros apelativos, tales como inteligencia existencial o trascendente.
En el Prólogo de su obra, Francesc Torralba trata de perfilar los límites de su propuesta, aunque, probablemente, se haya de recurrir al primer capítulo para acercarnos a las definiciones, que nos permitan centrar el tema. ¿Qué es la inteligencia? Es éste el título que encabeza este primer bloque del libro. En general, el autor nos explica que por inteligencia entiende “la capacidad y la habilidad para responder, de la manera más adecuada posible, a las exigencias que presenta el mundo. Permite reflexionar, cavilar, examinar, revisar e interpretar la realidad.” En definitiva, cumple la inteligencia una función adaptativa que nos permite vivir y pervivir.
Y ¿qué hay de la inteligencia espiritual? La inteligencia espiritual ha sido presentada a principios del siglo XXI por Danah Zohar como un tipo de inteligencia en la línea de la inteligencia emocional, pero con características propias, que merecen destacarse en el estudio de la mente. Abarca los comportamientos éticos, el sentido de la trascendencia y de lo sagrado, nos dice Gonzalo Haya. Es decir, en palabras del autor, que se “detectan en el ser humano una serie de operaciones, un campo de necesidades y de poderes que difícilmente se pueden explicar a partir del cuadro de inteligencias múltiples que ofreció, en su momento, Howard Gardner.” Lo que viene a suponer que ese tipo de capacidades solo puede explicarse adecuadamente si se reconoce en el ser humano, y solo en él, la inteligencia espiritual.
(artículo completo)
sábado, 12 de noviembre de 2016
martes, 27 de septiembre de 2016
jueves, 7 de julio de 2016
miércoles, 23 de marzo de 2016
Una Inteligencia Cognitiva Integral (de Cuadernos Pedagógicos 3000)
Una Inteligencia Cognitiva Integral

Desarrollo Emocional Integral
Una Inteligencia Emocional
supra-desarrollada
Este
cuaderno apunta a entender y atender el ámbito emocional de los chicos, la
parte afectiva y las relaciones. Está ligado a la Inteligencia Emocional de
Daniel Goleman y a la Inteligencia Interpersonal de los doctores Gardner y
Armstrong. Se completa con el Cuaderno pedagooogico # 27 Auto-estima,
sentimientos y conexión. Los niños, niñas y jóvenes del Tercer Milenio tienen
en general una Inteligencia Emocional supra-desarrollada, que explica en gran
medida tanto la parte conductual, a veces extrema, de los chicos y chicas de
hoy y su alta empatía, así como sus modos de aprendizaje particulares y su
capacidad de “captar” las cosas a nivel emocional y energético. Poder trabajar
la parte emocional con los chicos es fundamental. Va de la mano con el cuaderno
anterior que desarrolla la parte física.
Cuando nuestro cuerpo físico es más
estable, igualmente nuestras emociones son más estables, es casi una ley
natural. Todas las emociones se registran en el cuerpo, y viceversa, lo que
pasa en mi cuerpo provoca una emoción (golpe, caricia, sonrisa, gritos, etc.).
Por ejemplo, cuando tenemos miedo, nuestro cuerpo también enferma, cuando
tenemos rencor podemos desarrollar un cáncer, o cuando nos reímos nuestro
sistema inmune mejora. La parte emocional es tan importante en la educación
que, por ejemplo, si un chico tiene problemas emocionales no resueltos o su
parte afectiva destrozada, apenas puede retener… el 20% de la lección, según
Gaia Medina, terapeuta e investigadora española (Medina, 2003:cp). La parte
emocional hace parte de pleno al desarrollo integral. Corresponde a cómo uno se
siente, tanto consigo mismo, como con sus relaciones. Es la parte de la
socialización que ocurre todo el tiempo, tanto en el colegio como en la sociedad
en general.
Daniel Pacheco, asesor pedagógico y terapeuta, explica lo
siguiente: “En estos tiempos la parte emocional es muy fuerte… sentimos muchas
cosas al mismo tiempo. Es importante no dejarnos llevar por nuestras emociones.
Dejar fluir. Si las reprimimos, si no sabemos procesarlas, se alborotan
demasiado y hay depresión, suicidio, enfermedades fuertes. De hecho, mientras
más se reprimen las emociones, más crecen, y tienden a salir por otros lados.
Eso provoca algunos problemas de conducta, miedos, fobias, adicciones, tics,
cosas que de alguna forma nos hace no sentirlas, no afrontarlas (las tapan). Y
no logramos una vida social sana, porque el cuerpo emocional nos ayuda a
conectarnos también con nuestro alrededor, entre personas; es un cuerpo muy
social. Nuestro cuerpo físico nos ayuda a desplazarnos, concretar cosas, etc., y
nuestro lado emocional nos ayuda a interactuar con otras personas. Entonces, si
hay algo reprimido, los niños y los jóvenes no pueden tener relaciones
estables con otras personas, están encerrados, no se quieren, se sienten
inestables, piensan que no valen, que no merecen las cosas ni el amor. No
tienen auto-estima, todo eso forma parte del área emocional. Pueden ser violentos,
agresivos, rebeldes. No pueden estar solos, tienen que llenarse de amigos, de
fiestas. Otros se vuelven demasiado introvertidos. Una característica
importante del cuerpo emocional es que las emociones son re-activas, es decir, que pueden volver a activarse muchos años después, en un segundo, como si fuera
ayer. Para las emociones no hay tiempo (para la mente, sí). Por eso es
importante trabajarlas porque todas las cosas reprimidas se quedan. Cada vez
que pasamos de una etapa a otra (niñez, adolescencia, etc.), hay muchas
emociones involucradas, sentimos muchas cosas, y las podemos arrastrar toda la
vida si no las procesamos correctamente. Hay cosas que trabajan como detonador:
lugares, personas, aromas, música, por ejemplo, que en un segundo nos llevan a
10 años atrás, a lo que sentíamos exactamente este momento. Igual con las
relaciones de pareja. Cuando terminamos una relación, es importante procesarla,
dejar las cosas perdonadas, cerrar los círculos, subsanar la separación
emocionalmente, no dejar asuntos inconclusos. Si no se queda años pendiente…
Desarrollo Estético Creador Integral (de Cuadernos Pedagógicos 3000)
Desarrollo Estético Creador Integral
Este cuaderno desarrolla la parte estética, creativa y
expresiva de los chicos. Apunta a aprender a despertar el artista, el creador y
el comunicador que está dentro de uno. El área de la estética, creación y
expresión nos permite dar un paso más a lo trascendente, permite proyectar,
plasmar, concretar, pulir y proyectar ideas y planes, desarrollando la
creatividad superior y alineándonos con la creación cósmica. Este cuaderno
Desarrollo Estético-Creador permite la armonía, la belleza y el orden, tanto
exterior como interior. La estética es esencial en la educación “¿Por qué es
importante la estética, las Artes y la Creatividad en los niños de hoy?
-Comenta Matías de Stefano, asesor pedagógico de Argentina-. La estética es
esencial en la educación porque es la forma estructural de la Geometría Sagrada
que permite que las cosas se proyecten, coexistan y se ordenen en el Universo.
Permite una dirección, una formación y una integración de las cosas. Por eso,
incluso históricamente, se volvió extremadamente importante, a tal punto que la
humanidad se volvió estricta con los canones de estética y de belleza (por
ejemplo los griegos). De hecho, la estética es muy importante para saber las
proporciones del Universo. Permite reaccionar ante las proporciones cósmicas.
Entonces el Arte (ya sea teatro, pintura, música, etc.) enseña a llegar a un
nivel de perfeccionamiento, que se llama la Estética, dentro de un orden que
permite que la Geometría haga Sagradas las creaciones del Universo. Por eso es
importante, porque marca el orden de las cosas, marca la belleza de las cosas,
marca la armonía de las cosas, aún si para algunos “eso no tiene orden”; permite entender todas las perfecciones cósmicas, por más antiestética que
parezca.
domingo, 28 de febrero de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)