lunes, 6 de agosto de 2012

La Carta de la Tierra y Educación Sostenible


Revista digital de la Universidad de Padres on line

Número 8 Julio 2010


La Carta de la Tierra y Educación Sostenible

El pasado mes de junio se cumplieron diez años de la puesta en marcha de una de las iniciativas internacionales más abiertas y participativas que se haya hecho jamás con objeto de construir una comunidad global sostenible: La Carta de la Tierra.

Madrid | Julio 2010 | Beatriz Quiroga (Equipo UP)

La TierraLa Carta de la Tierra es “una declaración de los pueblos sobre la interdependencia global y la responsabilidad universal” de todos y cada uno de nosotros para la creación de un mundo más justo, más sostenible y más pacífico. Para su elaboración fue necesaria la implicación de cientos de organizaciones y miles de personas que a través de Comités Nacionales, conferencias regionales en Asia, África, América y Europa y consultas y diálogos a través de Internet, consiguieron redactar un texto  que recoge “la influencia de una gran variedad de fuentes intelectuales y movimientos sociales” incluyendo “la sabiduría de las religiones del mundo y de las grandes tradiciones filosóficas además de una nueva perspectiva científica mundial”. De este enorme trabajo cooperativo surgió el texto final que fue aprobado en el año 2000 en la sede parisina de la UNESCO y que se divide en 16 principios fundamentales y 61 principios de apoyo.
La Carta de la Tierra afirma que “somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común” y que por este motivo “debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos fundamentales, la justicia económica y una cultura de paz”. Para ello es imprescindible que todos nosotros en la medida de nuestra situación y capacidades “declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.”  Y para ello “debemos desarrollar y aplicar imaginativamente a nivel local, nacional, regional y global la visión de un modo de vida sostenible”.
Pero ¿qué podemos hacer nosotros?
La educación en consumo y la educación ambiental son dos de los ámbitos donde podemos actuar de una forma más directa. En los colegios e institutos se organizan jornadas de difusión e información sobre muchos de los valores y principios en los que se fundamenta el desarrollo sostenible: cuidado del  ambiente, necesidad de defender la biodiversidad, igualdad entre los distintos pueblos, etc.; por experiencia, todos conocemos el papel protagonista que las familias tenemos, no solo como ciudadanos responsables, sino y, fundamentalmente, por nuestro papel educador. Si los niños viven y crecen en un hogar donde las actitudes responsables, solidarias y respetuosas forman parte del día a día, estaremos contribuyendo a mejorar nuestro presente y su futuro.
Disponemos de multitud de ocasiones en la vida diaria para enseñar y poner en práctica estas actitudes. Si desde pequeños los niños nos acompañan a la compra, practican con nosotros las tres R´s (Reducir, Reutilizar, Reciclar), se acostumbran a hacer un uso eficiente del agua y la energía, es mucho lo que, entre todos, podemos hacer.
EN LA COMPRA:
 b Tratar de consumir alimentos frescos, de temporada y, a ser posible que se hayan producido en el entorno.
 bEvitar en lo posible productos de usar y tirar así como los que tengan un exceso de envoltorio. En caso necesario, que los envases sean fácilmente reutilizables o reciclables.
 bAcostumbrarnos a llevar nuestra propia bolsa de la compra, el antiguo capacho o cesta de nuestros abuelos, para reducir el uso de bolsas de plástico.
 bTratar de comprar solo lo que de verdad necesitemos y podamos consumir en un periodo de tiempo determinado.
 bSeparar la basura.

USO DE AGUA Y ENERGÍA:
 bProcurar utilizar la ducha en vez del baño supone un ahorro de casi 150 litros de cada vez. Meter una botella o un ladrillo en la cisterna del wáter, reduce la cantidad de agua que se pierde cada vez que se tira de la cadena.;
 bCerrar siempre los grifos al enjabonarnos, cepillarnos los dientes y enjabonar los cacharros. Poner la lavadora y lavavajillas solo cuando estén llenos.
 b Evitar la contaminación del agua, minimizando el uso de productos tóxicos y teniendo mucho cuidado de lo que se elimina por los desagües (aceite usado, disolventes, etc.).
 bTratar de reutilizar el agua, por ejemplo, regando las plantas con el agua de cocer verduras.
 bApagar siempre las luces y los electrodomésticos, incluyendo TV y ordenador, cuando no se estén usando. Dejarlos en modo stand-by puede representar entre el 5% y el 16% del consumo del hogar.
 bModerar el uso de calefacción y aire acondicionado así como la temperatura de los mismos. Procurar aislar las habitaciones, manteniéndolas frescas en verano y conservando el calor en invierno reduce la necesidad de estos elementos.
TRANSPORTE:
 bDesplazarse andando o en bici siempre que sea posible. Para trayectos más largos aprovechar los sistemas de transporte público.
 bMinimizar el uso del transporte privado. Procurar compartir trayectos con otras personas.

Estos son solo unos pequeños ejemplos de cosas que podemos hacer. Seguramente, muchos de vosotros ya seguís estas recomendaciones y tenéis muchas más. Os animamos a compartirlas con todos a través de canalpadres@universidaddepadres.es


 

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