domingo, 28 de mayo de 2017

Amit Goswami: "Ciencia y espiritualidad"


Ciencia y espiritualidad

Una integración cuántica

Amit Goswami

 

Durante cuatro siglos, ciencia y espiritualidad se han dado mutuamente la espalda. Esta brecha se está resquebrajando rápidamente.
Con la publicación de Ciencia y espiritualidad: una integración cuántica, Amit Goswami desvela la largamente sospechada unidad metafísica de la ciencia y la espiritualidad, lo mismo que su unidad cosmológica y metodológica.
Para que esta integración haya podido darse han sido esenciales las últimas ideas de la física cuántica, que encarnan una nueva ciencia basada en la primacía de la conciencia, justamente tal como se expresa en tradiciones místicas y gnósticas como las Upanishads.

Este libro representa, por tanto, un verdadero cambio de paradigma. Los Goswami muestran que tomando como base un universo espiritual pueden resolverse no sólo las paradojas de la física cuántica, sino también las de la vida, la mente y la salud. Con una competente exposición tanto de teoría científica y datos experimentales, como de prácticas y cosmología espirituales, los autores nos conducen por una apasionante exploración científica de la espiritualidad. Las monumentales tradiciones de la India, como el Vedānta, el Yoga o el Tantra, se tornan vivas en su conexión con esta nueva ciencia en el seno de la conciencia.

Amit Goswami

Nacido en India en 1936 y doctorado en física teórica nuclear por la Universidad de Calcuta, Amit Goswami, uno de los pensadores pioneros en ciencia y espiritualidad, lleva enseñando física cuántica desde hace más de treinta años. Ha sido profesor de Ciencia Teórica en la Universidad de Oregón e investigador residente en el mundialmente reconocido Instituto de Ciencias Noéticas, además de autor de numerosos libros.

Amit Goswami ha sido pionero en la utilización del modelo cuántico para apoyar el cambio de paradigma, dejando atrás la visión del mundo materialista y proponiendo un nuevo enfoque basado en la conciencia. Es conocido también por su modelo de integración de la ciencia y la espiritualidad, por su teoría de la supervivencia después de la muerte basada en la reencarnación y por impulsar la integración creativa de la medicina convencional y la alternativa. Sus teorías alcanzaron el gran público gracias a su participación en la película “¡Y TÚ QUE SABES!?”. En la Actualidad, vive con su esposa, Uma Krishnamurthy, entre San Rafael, California, y Bangalore, India.

Ana María Oliva: "Lo que tu luz dice"


Como profesora y científica, sé que hablar de determinados temas es algo complejo. A pesar de dar clases de Bioelectricidad Bioelectromagnetismo, sé que la mayoría de las personas asocian el aura (nombre tradicional del campo electromagnético de los seres vivos) a algo de ámbito esotérico, nada que ver con la ciencia.
Sin embargo, hace ya muchas décadas que grandes científicos han hecho importantes descubrimientos sobre este tema. Lo que ocurre es que esos descubrimientos están fuera de los temarios clásicos, y muchas personas no se sienten cómodas con ellos.

¿Por qué? Pues muy sencillo.
Porque aceptar determinados postulados, determinadas evidencias, nos hace salir de nuestra zona de confort, nos hace replantearnos nuestra forma de vivir. Creo que es maravilloso tener conciencia de que tenemos un campo electromagnético (y energético) que varía continuamente, adaptándose y respondiendo a los estímulos exteriores e interiores. Y creo que todo el mundo debería saber qué cosas hacen que su campo se fortalezca y cuáles lo debilitan. Sin entrar en batallar contra nadie ni contra nada, el lenguaje de la energía es un lenguaje que no juzga. Solo muestra. Como buscadora, descubrir el mundo de la energía asociada a los seres vivos me abrió un espectro tremendo: por un lado, asoman todas las preguntas de cómo es, cómo medirlo, cómo se ensucia y se limpia, qué muestra, qué información tiene contenida... 

Por otro lado, lo que hasta entonces eran verdades aprendidas, de repente dejan de tener sentido. Mi cuerpo ya no es algo determinado genéticamente, sino que está continuamente regenerándose, y la clave de la regeneración puede estar en el campo energético. Como ser humano, las preguntas que todos nos hacemos de por qué es tan sencillo sufrir y tan difícil mantenerse en paz, todo eso cobra nuevo sentido, y tiene nuevas respuestas. Acceder al campo de energía de la persona es acceder a la información codificada en él, es acceder al alma, e incluso asomarse al espíritu de esa persona. Con la ventaja de que no solo soy yo la que lo puede ver, sino que además lo puedo mostrar para que la otra persona lo vea. Observar mi propio campo energético me ayuda a salir del autoengaño, y a mirar mi realidad como es, no como yo querría que fuera.

También, descubrir los mundos energéticos me permitió a mi misma recuperar el poder sobre mi propia vida, dejar de estar siempre a expensas de lo que los demás pudieran hacer por mi salud, y empezar a responsabilizarme de ello. Pero sobre todo, lo que me ha permitido sin ninguna duda, es ser más feliz. ¿por qué? Porque entiendo que mi cuerpo energético no tiene límite, y por tanto, yo no tengo más límite que el que me imponen mis propias creencias. Y por eso escribí este libro, para poder compartir lo que he aprendido, por si a alguien le sirve para su propio crecimiento.

Ana María Oliva: "Todos emitimos luz visible"

BIOELECTROGRAFÍA

Ana María Oliva: "Todos emitimos luz visible"

La tecnología biomédica permite hacer un diagnóstico con la luz personal. Ana María Oliva, experta en bioelectrografía, reflexiona sobre las posibilidades terapéuticas de esta técnica.
Todos emitimos una luz que refleja nuestro estado energético, nuestro equilibrio o la falta de él. La posibilidad de ver el aura ya no es un asunto de videntes: puede observarse mediante la tecnología biomédica Gdv-Biowell.
Ana María Oliva, doctora en biomedicina y terapeuta especializada en bioelectrografía, nos explica el funcionamiento y las aplicaciones de este dispositivo capaz de medir y analizar la energía humana, tema de su libro Lo que tu luz dice (ediciones sirio, 2014).

Bioelectrografía: conocer tu estado energético para poder sanar
–¿Para qué sirve ver nuestra energía en una consulta?
–Los pacientes quieren saber más de sí mismos en el plano físico y emocional, conocer el precio que pagan por la vida que están llevando y cómo pueden mejorar su estado. O que eso que perciben como un desajuste no desemboque en una enfermedad.
Los terapeutas que aprenden a utilizar esta tecnología pueden ver el estado de sus reservas energéticas, por dónde el paciente tiene tendencia a que se le bloquee la energía, cómo reacciona su cuerpo a su forma de vivir, si tiene algún órgano congestionado, si sufre ansiedad o estrés. También sirve para mostrar una correlación entre su mundo físico y su mundo emocional.
–¿El resultado puede revelarnos alguna sorpresa? 
–Muchos de los malestares que sufrimos pueden explicarse por nuestro exceso y defecto de energía y las armonías o no que se crean en el cuerpo cuando interactuamos con personas, situaciones o nuestros propios hábitos y pensamientos. Esto es porque somos susceptibles de recibir ondas interferentes –constructivas o destructivas– igual que ondas resonantes que nos permiten activarnos si la frecuencia es la adecuada.
Es inquietante ver el efecto en nuestra energía de recibir una llamada de móvil o el que ejercen las palabras sobre nosotros. Se comprueba con solo cambiar algo de nuestro vocabulario, la forma en que construimos las frases y el tono. Se transforma nuestra manera de pensar cuando emitimos un mensaje o cuando lo recibimos.
"Es inquietante ver el efecto en nuestra energía de recibir una llamada de móvil o el que ejercen las palabras sobre nosotros."
También lo que no decimos, lo que retenemos, se enquista alrededor del cuello y nos merma energía. Somos más vulnerables de lo que pensamos pero si nos hacemos conscientes de ello, podemos tomar el control. el juego, las caricias, el baile, la risa o mantener una relación sana entre padres e hijos tiene efectos beneficiosos.

Suele pasar que cuando analizamos la imagen de un hijo que está viviendo un conflicto, esto tenga un reflejo en el estado del progenitor: la imagen energética es similar, porque en sus primeros años de vida el campo energético de ambos está vinculado.