jueves, 8 de noviembre de 2012

Bertrand Russell como filósofo de la educación


 
Bertrand Russell como filósofo de la educación

Dr. Nelson Campos Villalobos
 
 
 
 
 
 
 
LA REBELDÍA DE RUSSELL
Al leer las biografías existentes, se desprende que Russell fue un rebelde, pero en el buen sentido del término, porque estuvo disconforme con algunos aspectos del sistema, pero nunca se pronunció contra personas determinadas. Su rebeldía es diferente a la de Giordano Bruno, que llevado por su pasión por la intransigencia, se acercaba mucho a la patología psiquiátrica. En cambio Russell era un apasionado por la libertad, el pacifismo, el nuevo rol de la mujer en la sociedad y por la necesidad de una nueva educación que liberara el espíritu de prejuicios y restricciones sin sentido, propias de la religión dogmática que imperaba en su mundo… Sus protestas fueron siempre apoyadas por científicos de la calidad de Einstein, con quien se escribía e incluso publicaron conjuntamente sus ideas sobre la guerra atómica y sus peligros.
En su ensayo titulado Educación y disciplina, Russell precisó su propio concepto sobre la rebeldía. Dice: “Los rebeldes, por otra parte, aunque puedan ser necesarios, difícilmente pueden ser justos con lo existente. Añádase que son muchas las clases de rebeldía, y solamente una pequeña parte de los rebeldes son sabios. Galileo fue un rebelde y fue sabio; los que creen en la teoría de que la tierra es plana son rebeldes igualmente, pero son unos ignorantes. Hay un gran peligro en la tendencia a suponer que la oposición a la autoridad es esencialmente meritoria y que las opiniones libres son correctas con mayor probabilidad; ningún propósito útil queda servido rompiendo faroles o sosteniendo que Shakespeare no es poeta. Y, sin embargo, esta rebeldía excesiva es muchas veces el efecto que produce en los niños con espíritu un exceso de autoridad. Y cuando los rebeldes se hacen educadores, muchas veces provocan el desafío por parte de sus alumnos, para los que al mismo tiempo están tratando de formar un ambiente perfecto, aunque estos dos fines sean escasamente compatibles.
Lo deseable no es la sumisión ni rebeldía, sino buen carácter y general afabilidad, tanto para las personas como para con las nuevas ideas.”
 
RUSSELL Y LA EDUCACIÓN
 
Nuestro filósofo plasmó sus ideas sobre educación en un libro pequeño, pero enormemente valioso porque en él encontramos una filosofía de la educación abarcadora, es decir, se refiere a todo el sistema educacional de un país y al mismo tiempo a todo el ciclo de formación de un individuo. Esta posición integradora es poco frecuente, porque en las numerosas filosofías educacionales que se han dado en la historia pocas tienen esa cualidad unificadora del ser humano.
El libro al que me refiero es On Education, Especially in Early Childhood, publicado en Inglaterra en 1926 y que se editará en español tardíamente, en 1967, como Sobre Educación, sin el subtítulo. Está escrito en el estilo propio de Russell, al mismo tiempo muy académico, pero entendible y con rasgos de fino humorismo inglés.
Es interesante que, como en el caso de Jean Piaget, muchas de las observaciones las realizó en sus propios hijos y no en grandes colectivos como suelen hacer los autores norteamericanos. Es que el método clínico, en manos de grandes científicos es excelente para descubrir e interpretar conductas que pasan desapercibido en los trabajos llamados experimentales. Tal como había abandonado su pasión, las matemáticas, a partir de 1923, cuando nace su hija Kate, deja la filosofía social para dedicarse a la educación y su problemática.
Si bien Russell recibió la educación de calidad que era reservada para las familias nobles y para las que poseían riquezas, no dejó de pensar que esa enseñanza era importante para el pueblo, pero que habría que sacrificar la libertad para poder lograr una masificación que hiciera a la educación un proceso más democrático y de cobertura universal…
En el año 1927 conjuntamente con su esposa abrió una escuela, pues deseaba poner en acción sus principios educacionales. El Ministerio de Educación, del cual era crítico, sin embargo lo apoyó permitiendo que funcionase como un establecimiento experimental, poniendo en acción el principio de la libertad educacional.
 
LOS FINES DE LA EDUCACIÓN
En su ensayo Educación y disciplina, escrito en 1926, señala: “Toda teoría pedagógica seria debe estar constituida por dos partes: un concepto de los fines de la vida y una ciencia de la dinámica psicológica; esto es, de las leyes que rigen los cambios mentales. Dos personas que disientan en cuanto a los fines de la vida no pueden esperar llegar a un acuerdo en cuanto a la educación”.
Russell señala en Sobre Educación: “Antes de emitir una opinión definida acerca de la educación que nos parece preferible, debemos tener alguna idea de la clase de persona que deseamos producir.” Esto es justamente lo que no hacen las autoridades educacionales.
Russell captó que la finalidad es necesaria para poder diseñar una enseñanza que se considera necesaria y eso deberían tenerlo claro los Ministerios de Educación en cualquier parte del mundo: “La educación que deseamos para nuestros hijos depende de nuestros ideales acerca del carácter humano y de nuestras esperanzas respecto a su incorporación a la humanidad”.
 
Si aplicamos estos conceptos al mundo del siglo XXI, vemos que Russell aún tiene razón. Si el gobierno tiene una visión del mundo desde la izquierda política, ¿Cómo podrá ponerse de acuerdo con la derecha y viceversa? Es por eso que los Ministerios de Educación nunca explicitan los fines de la vida o los fines de la educación y por lo mismo en aquellos países en los cuales es difícil lograr consensos, ya sea por irresponsabilidad política, ignorancia o simplemente estupidez, la educación queda sin brújula que oriente el currículo, pues nadie sabe qué se espera ni a dónde va la educación del país. Y entonces la educación pública, la que proporciona mezquinamente el estado, sin calidad, sin una burocracia culta y sin fines claros, está condenada a la mediocridad, sin que se pueda aprovechar toda la potencialidad que para el desarrollo y la economía significa una educación de calidad...


Si queremos resumir las ideas que Russell consideraba importantes para aplicar a la educación, tenemos tantas que es imposible hacerlo en pocas páginas, pero las que considero más relevantes son:

Libertad de enseñanza para que de acuerdo con los padres permita que éstos puedan escoger la que les conviene a sus hijos.

Las autoridades políticas deberían explicitar el tipo de persona que la educación debe formar: los fines de la vida y los de la educación son los que orientan el quehacer de los maestros y de la sociedad.

La disciplina es importante, pero debe venir desde el propio alumno y no ser impuesta como un castigo al niño que no ve ventaja alguna del trato malo que puede recibir de los educadores.

Los niños deben ser considerados como fines en sí mismo, como señalaba Kant, porque al ser considerado como un medio ello puede ser para mal o para bien.

La importancia de la formación del carácter del niño en sus primeros años, pero también con la ayuda de los padres.

La veracidad es primordial, el niño debe ser enseñado a decirla siempre, porque ella es la base de la sociedad política y ayuda al crecimiento moral de la comunidad.

El niño debe desarrollar afecto y simpatía hacia los otros niños y el trato que da el maestro es necesario como ejemplo siempre presente. Se debe evitar el castigo físico y el psicológico para mantener la salud mental del grupo.

La educación sexual es tan importante como la educación intelectual del niño.

La educación parvularia es necesaria para todos los niños y en especial para los que viven en las ciudades.

El tiempo que se dedica a la educación universitaria debe ser devuelto a la comunidad mediante el aprovechamiento del estudiante. Ese es su trabajo y vale mucho la responsabilidad del joven. No es bueno que un estudiante pierda el tiempo y lo haga perder a los demás si no se dedica a su trabajo intelectual como se espera de él.

La educación física es tan importante como la formación intelectual del joven.
(Véase texto completo)


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